martes, 17 de diciembre de 2013

La Pobreza de las Naciones

En el libro The Poverty of Nations [La Pobreza de las Naciones], Wayne Grudem y Barry Asmus hablan de las fuerzas macroeconómicas y política nacional e internacional que contribuyen a la pobreza de países enteros. Su enfoque no es el individuo, sino el país y el cambio internacional. El libro trata de muchos temas grande y complejos, pero es muy interesante para los que están interesados en el mundo alrededor.

En su capítulo acerca de soluciones políticas a la pobreza internacional, los autores hablan acerca de un movimiento popular en los países occidentales como los Estados Unidos y la Unión Europea que hace daño a los pobres: “free trade coffee” o “café del libre cambio.”

Según sus aficionados, el café del libre cambio ayuda a los pobres porque negocios y sus clientes pagan más que el precio del mercado mundial para el café si los agricultores pagan más a sus trabajadores y les dan mejores beneficios que los librarán de la pobreza.

El problema, dicen Grudem y Asmus, es que el precio bajo de mercado mundial no es determinado por unas compañías internacionales o unos países poderosos, sino por las leyes de oferta y demanda. Lo más café que hay en el mundo, lo más bajo será el precio, y lo más bajo el precio, lo menos ganan los agricultores y sus trabajadores. Sólo dos cosas pueden elevar el precio de café y, como consecuencia, el pago de los trabajadores: un aumento de demanda o una reducción de oferta. El precio de café aumentado artificialmente por el “café del libre cambio” resulta en más producción (oferta), y menos demanda. Para competir, los que no son parte del “café del libre cambio” (98%) tienen que bajar sus precios, algo que resulta en aun más pobreza para los trabajadores.

Lo que se necesita no es más café con más altos precios, sino menos café y más diversificación de cosechas. Esto sí aumentará precios, pero de una forma natural. También ayudará a las naciones que producen café a mejorar su economía al no depender tanto de un producto.

Aunque este es un ejemplo específico, el libro habla de mucho más, incluso la ayuda externa, préstamos, y el libre comercio entre naciones, y todo lo que dicen fluye de sus convicciones bíblicas. El evangelio sí afecta y penetra cada área de nuestras vidas, hasta el comercio internacional.

martes, 19 de noviembre de 2013

Día de Acción de Gracias y los Indígenas de las Américas

En los Estados Unidos se acerca el Día de Acción de Gracias. Aquí celebramos las bendiciones que Dios nos ha traído alrededor de una mesa llena de comida con nuestros familiares más cercanos a nuestro lado. Aunque se celebraron muchos días de acción de gracias en las Américas, el día festivo de los Estados Unidos tiene como base tradicional una celebración de los peregrinos ingleses junto con los indígenas del noreste de los EE.UU. Historiadores saben que si no fuera por la buena voluntad de los indígenas, los peregrinos hubieran muerto ese primer invierno en la colonia de Massachusetts. Los indígenas demostraron las virtudes de amor, gracia, y bondad que los peregrinos cristianos profesaban. Aunque los indígenas y los peregrinos tenían una buena relación en ese tiempo, pocos años después las enfermedades europeas, malentendidos mutuales, y la llegada de más colonos ingleses resultaron en el exterminio de la mayoría de los indígenas a través de la guerra y enfermedad.

El aprieto de los indígenas en los años venideros ha sido ignorado por cientos de años y mucha gente hoy en día quiere cambiar el día festivo, el Día de Acción de Gracias, en día de luto para los indígenas. Yo, por mi parte, recuerdo el primer Día de Acción de Gracias como un ejemplo de lo que pudiera haber sido—amistad mutua entre dos pueblos diferentes. Como cristiano, sé que el aprieto de los indígenas es aún más grande porque la gran mayoría de ellos no conocieron el evangelio y las acciones de los colonos ingleses han resultado en desconfianza del mensaje de la Biblia que esos primeros peregrinos creían. La gran pérdida de almas es la tragedia más grande de esta historia.

En 1599, décadas antes del primer viaje de los peregrinos, la segunda edición de Dos Tratados fue publicado en Londres. En un pasaje triste, Cipriano de Valera, un español desplazado de su país, consideró las consecuencias espirituales de la conquista de Latinoamérica en las almas de sus paisanos.
El descubrimiento de las Indias podrá ser, si bien se considera, que haya hecho más mal que bien a las almas de los españoles que allá pasaron. El Obispo [Bartolomé de las] Casas, que fue testigo de vista y español natural, escribió un libro de las crueldades que los españoles hacían a los pobres indios. Hubiera placido a Dios que los que han allá pasado hubieran tenido más celo de enseñar y aumentar la santa fe católica contenida en la sagrada escritura que no de enriquecerse a sí mismos, y, para enriquecerse, matar y robar a diestro y a siniestro (como dicen) aquella simple gente que tenían ánimas racionales como nosotros y por quien Jesucristo murió. Decían los indios (como Agustín de Zárate lo cuenta en su historia del Perú): quejándose que los españoles les quitaban sus ídolos y les daban los ídolos, o imágenes, de España (las cruces y Vírgenes Marías, etc.) que adoraren. Decían que los españoles les quitaban las muchas mujeres, [es decir, la poligamia], diciéndoles que la ley de Jesucristo no permitía sino una sola mujer y que ellos se las tomaban para sí. Que les enseñaran a adorar a Dios en Espíritu y en verdad como él dice que quiere ser adorado. De ídolos, o imágenes, ni por pensamiento se les había de hacer mención, pues que Dios las prohíbe en el segundo mandamiento de su santa Ley, y principalmente siendo los indios tan dados a la idolatría. Si la ley de Jesucristo no permite más que una mujer conforme a la primera institución del matrimonio, ¿por qué nuestros españoles tenían muchas prostitutas y mancebas? ¿Qué manera de enseñar era esta? Si el ciego guía al ciego, ambos caen en el hoyo. Lo cual ha acontecido a nuestros españoles y a sus indios. Que Dios les envíe mejores enseñadores.
(Dos Tratados. 2ª Edición. 1599. pág. 196-197, ligeramente actualizado) 
Debemos recordar que los colonos—españoles, ingleses o de cualquier otro país—tal como los indígenas sufrieron malos efectos espirituales de su participación en la destrucción de los nativos de América.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Consejo para Nuevos Creyentes

Cuando una persona cree el evangelio y se convierte en cristiano, hay una cosa que uso para predecir si van a crecer en su fe o estancarse: la lectura bíblica. Si un nuevo creyente se compromete a leer la Biblia diariamente, habrá cambios en él casi inmediatamente. Si se contenta con ir a la iglesia de vez en cuando y sólo abre su Biblia durante el sermón, va a estancarse y quizás retirarse de la comunión de los santos. Esto ocurre primero con los estudios bíblicos—deja de asistir, y luego deja de asistir a la iglesia cuando se reúne cada semana.

Alguien lo ha comparado a una brasa que se saca del fuego. Al principio es muy caliente y parece que puede sobrevivir a solas, pero pronto se demuestra que no es así. Se enfría y pierde su habilidad de calentar a su alrededor. Los que leen sus Biblias tienen ganas de entender mejor lo que han leído. Por eso asisten a un estudio bíblico y los servicios semanales para aprender de sus hermanos en la fe y animarse los unos a los otros.

Si eres recién convertido te animo a leer tu Biblia. Algunos libros son más fáciles de entender que otros, así que te animo a leer los cuatro Evangelios, Hechos, y 1 Juan. Estos libros son más claros que otros libros. De ahí puedes leer lo que tú quieres (Salmos y Proverbios son también más fáciles que otros), pero recomiendo que lo haces con la ayuda de otro creyente de tu iglesia que te puede guiar. Hay muchos sitios en el internet que te pueden bendecir o causar tropezar. Un creyente en tu iglesia te será de más provecho que un sitio desconocido del internet.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cuando Alguien se Convierte en Cristiano

Estas cosas pueden parecer ridículas a otros, aun tan ridículas como eran en sí, pero para mí eran pensamientos muy atormentados…
John Bunyan
 
Muchos protestantes huyeron a Inglaterra durante la reforma protestante para escapar la persecución. Hasta Cipriano de Valera, el primer editor de la Biblia Reina-Valera (1602) emigró a ese país cuando Isabel I asumió el trono porque se toleraban los protestantes.

Isabel y los reyes que vinieron después de ella querían que la iglesia se mantuviera baja la autoridad del rey de Inglaterra, y durante los 1600s grupos que no se conformaron a la Iglesia de Inglaterra fueron perseguidos. John Bunyan era pastor bautista y fue encarcelado muchas veces y por muchos años por predicar sin autorización eclesiástica. Durante uno de sus encarcelamientos escribió su autobiografía, Gracia Abundante para el Mayor de Pecadores.

En este libro Bunyan contó de cómo llegó a ser creyente y las luchas internas que tenía en cuanto a su pecado. Creía que había pecado en contra de Jesús y que no le quedaba sacrificio adecuado. Comentó «Estas cosas pueden parecer ridículas a otros, aun tan ridículas como eran en sí, pero para mí eran pensamientos muy atormentados…»

Creo que su experiencia es muy similar a la de todos los que confían en Jesús. Al recordar las razones que teníamos cuando no queríamos aceptar el evangelio, nos damos cuenta de cuan ridículas eran, pero también de cuan reales eran para nosotros. Cada persona que no ha aceptado el evangelio tiene alguna razón por no creer en Jesús. Quizás creen que no pueden ser perdonados. Quizás temen las opiniones de otros. Quizás quieren seguir practicando cierto pecado. Al fin y al cabo, los que creen encuentran en Jesús algo más dulce que cualquier otra cosa que el mundo ofrece.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Juego de Tronos: En Tiempo de los Jueces

Al principio de 1 Samuel se encuentra el pueblo de Israel desorganizado y dividido. Aunque deberían de estar unidas en su pacto con Yahvé, las doce tribus estaban metidas en la idolatría y divididas políticamente. Los filisteos y otras naciones los oprimían. Dios había levantado a jueces para unificar al país y liberarlo de sus enemigos, pero Israel quedaba sin juez.

Poco antes la tribu de Benjamín casi fue erradicada por las otras tribus porque rehusaron entregar a unos violadores y asesinos para enfrentar a la justicia. En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos.

Entonces vemos a una mujer que se llama Ana. La infertilidad, una consecuencia del juicio de Dios sobre su pueblo y una marca de vergüenza, había tocado a ella. Su marido, Elcaná, tomó a Penina como segunda esposa para que ella le dé hijos. Penina estaba celosa por el cariño que Elcaná mostró a Ana, se burlaba de Ana y de su esterilidad. Frente al dolor y la vergüenza  que siempre la acompañaba, Ana casi no lo podía soportar.

El tabernáculo del Señor, el lugar escogido para adorar a Dios, se encontraba en Siló. La familia de Elcaná iba allí una vez al año para rendirle culto conforme a la Ley de Moisés. Una vez allí, la vergüenza de su condición y las burlas de Penina dejan a Ana abrumada. Lágrimas amargas mojan sus mejillas cuando ora a Dios, pidiéndole que se acuerde de ella y le conceda un hijo varón para quitar su vergüenza. Ella promete darle a Dios este niño para su servicio como nazareno. Quizás está pensando en la historia del último juez de Israel, Sansón (Jueces 13). Este nació a una mujer estéril como promesa de Dios y vivió toda su vida como nazareno, aunque aún él capituló a las prácticas inmorales de esa época.

El sumo sacerdote, Elí, vio a Ana mientras ella estaba orando y pensó que estaba borracha por su conducta, pero al saber de su situación, la bendijo y dijo, «Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.»

Ella se sintió mejor después de este episodio y regresó con su familia a Ramá. Poco tiempo después se encontró embarazada. Dio a luz a un hijo varón, tal como ella había pedido al Señor, así que lo llamó Samuel, que significa “Pedido del Señor.” Dios la había quitado la vergüenza de su condición.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

David: Juego de Tronos

Cada vez que leo acerca de la vida del Rey David, me pregunto por qué su vida no se ha trasladado a la gran pantalla o una serie de televisión. Hay bastantes intrigas políticas, mala conducta sexual, y violencia desenfrenado para satisfacer las curiosidades malsanas de los mismos clientes de HBO que vean Game of Thrones [Juego de Tronos]. (No veo el programa, pero mis compañeros del trabajo sí.)

Aunque el árbol genealógico de Saúl estaba bien entretejido con los oficios gubernamentales de su reino, el de David era así aún más. Su sobrino, Joab, encabezaba el ejército. Los hermanos de Joab formaban parte de los Valientes de David, un grupo de soldados élites. Otro sobrino, Jonadab, planificó con Amnón, hijo de David, la violación de Tamar, la hija de David. Otro sobrino, Amasa, encabezó las fuerzas militares de Absalón, hijo de David, en golpe de estado. Cuando David le ofreció el puesto de Joab, Joab mató a Amasa. No es difícil llegar a la conclusión de que David no le podía castigar por su ser pariente de él.

Betsabé, quien entra en la historia al adulterar con David, era hija de uno de los Valientes de David y nieta de Ajitofel, uno de los consejeros más confiados de David. Ajitofel apoyó a Absalón, pero se suicidó cuando se dio cuenta de que la rebelión iba a fallar.

Escándalo e intrigas. Un recordatorio del gran alcance de los efectos de nuestros pecados.

martes, 5 de noviembre de 2013

Sin Haber Estudiado

Juan 7:12-15 Entre la multitud corrían muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es una buena persona.» Otros alegaban: «No, lo que pasa es que engaña a la gente.» 13 Sin embargo, por temor a los judíos nadie hablaba de él abiertamente. 14 Jesús esperó hasta la mitad de la fiesta para subir al templo y comenzar a enseñar. 15 Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó éste tantos conocimientos sin haber estudiado?»

¿Alguna vez te has dado cuenta de que Jesús no estudió bajo rabí (maestro judío) según la costumbre establecida en su día? Pablo, escritor de la mayoría del Nuevo Testamento, estudiaba las escrituras bajo el rabí más famoso en Jerusalén, Gamaliel. Cuando se convirtió en cristiano e intentó explicar el evangelio a Festo, este le acusó de haberse vuelto loco: “El mucho estudio te ha hecho perder la cabeza” (Hechos 26:24). Si haya una persona en la Biblia que entendía las escrituras, era Pablo.

¿Pero Jesús? A pesar de que él podía leer (Lucas 4:16-21) y escribir (Juan 8:6-8), no había estudiado bajo ningún rabí. Nadie le contrataría para ser maestro en la sinagoga con un currículum tan vacío. Por eso es bien importante lo que nuestro pasaje dice en versículo quince: “Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó éste tantos conocimientos sin haber estudiado?»”

Si sigues leyendo el pasaje, encontrarás que el autor no nos da una respuesta a esta pregunta. Yo puedo imaginar cuatro posibilidades:
  1. Jesús había estudiado bajo un rabí, pero la gente no lo sabía.
  2. Jesús no tenía que estudiar porque, como Dios el Hijo, ya sabía todo.
  3. Jesús había estudiado las escrituras por sí mismo.
  4. El Padre se le había revelado milagrosamente.
La primera posibilidad no es muy probable. Ninguno de los cuatro Evangelios dice que Jesús estudió bajo un rabí, y no he oído de ninguna fuente contemporánea que sugiere esto.

La segunda posibilidad también tiene problemas. Aunque confesamos que Jesús es cien por ciento Dios, los Evangelios frecuentemente dicen que Jesús obró a través del Espíritu Santo. Cuando era  niño, “siguió creciendo en sabiduría y estatura” (Lucas 2:52), y cuando creció no sabía cuándo el fin iba a ocurrir (Mateo 24:36). Jesús, aunque era Dios, vivió como hombre para morir en nuestro lugar (Filipenses 2:6-8). No es muy probable que utilizó su divinidad para entender las escrituras.

Yo creo que la tercera y la cuarta hacen juego juntos. Jesús sabía manejar el libro de Isaías (Lucas 4:17). Estaba bien familiar en sus manos porque lo leía y estudiaba. Es muy fácil encontrar muchos lugares en los Evangelios donde Jesús recita la escritura de memoria. Nadie memoriza la escritura sin leerla y oírla frecuentemente. Y en ese entonces, no era inusual encontrar a alguien que había memorizado todo el Antiguo Testamento, o en tiempos después de Cristo, ¡el Nuevo Testamento también!

Al otro lado, fue Dios quien le reveló esto a través del Espíritu Santo. Jesús también dice en muchos lugares que está diciendo lo que el Padre le había llamado a decir (Juan 8:28).

Si esto es verdad, entonces ¿qué tiene que ver conmigo? En primer lugar, debemos reconocer que Jesús es Dios. Tanto sus obras como sus enseñanzas muestran que no era mero profeta o maestro bueno, sino Dios en carne.

Segundo, debemos reconocer que Dios no es limitado por nuestra falta de educación. Conozco a algunos hombres que ni siquiera terminaron la escuela secundaria y que se convirtieron en lectores para Cristo. Ahora saben mucho por el acto simple de leer las escrituras diariamente. También conozco a otras personas más “educadas” que profesan ser creyentes pero su relación con la Biblia se encuentra solo cuando asisten a la iglesia.

Dios revela la verdad a sus seguidores cuando le buscan a través de su palabra. No quiere decir que no vamos a errar, o que la educación sea infructífera (estudio para una licencia en un seminario bíblico), sino que Dios es quien nos recompensa el estudio bíblico con sabiduría bíblica.

No debemos preocuparnos por nuestra educación o falta de la misma cuando estamos buscando a Dios en su palabra. Él tiene toda la educación que necesitamos.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Quinto: Honra a tu padre y a tu madre

Los diez mandamientos son bien famosos hoy en día aunque la mayoría de la gente no los sabe. El quinto mandamiento es diferente a los demás porque tiene una promesa apegada a ello:
Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. (Éxodo 20:12)
Pablo dijo en Efesios 6:1-3,
Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa—para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra.»
 
La familia es la unidad social más fundamental de la sociedad. Respeto para los padres se traslade a respeto para los gobernantes. Si se falta el primero, pronto tendremos escasez del otro. Por eso Dios añade la promesa—para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra. El pueblo que no respete a los padres es un pueblo sin justicia. Es un pueblo sin orden.

Este mandamiento no es sólo para los hijos de menos de 18 años o los que viven en casa de sus padres. Es para todos nosotros que tenemos padres. Claro que la relación entre padre e hijo cambia a través de los años, pero el mandamiento sigue igual—hay que honrar a nuestros padres. Cuando estamos pequeños, hay que obedecerles. Cuando somos grandes, hay que respetarles y honrarles aunque no estamos bajo su autoridad. Dios ha puesto autoridades en nuestras vidas—padres, al principio, y gobernantes.

Dios quiere lo mejor para su pueblo. Si nosotros no honramos a nuestros padres e incluso los gobernantes, no vamos a poder experimentar  la paz y seguridad que él quiere para nosotros.

jueves, 31 de octubre de 2013

¡Atención, por favor!

Admito que no siempre mantengo la perspectiva apropiada de la santidad de Dios. Es muy fácil cantar, “Eres santo”, “Santo, santo, santo” y “Santo es el Señor” en voz alta sin tener una actitud y acciones que hacen juego con mis proclamaciones. Si Dios es santo, ¿cómo nos debe afectar en la iglesia?

Hoy en día no es difícil encontrar a una persona que juega videojuegos en su iPhone o iPad durante el servicio. No es difícil encontrar a unas personas hablando de deportes en el atrio mientras el pastor predica la Palabra de Dios. No es difícil oír una persona criticar a otra por su ropa o compra o cualquier otra cosa cuando los cantantes hacen sus preparaciones.

Cuando Dios le habló a Moisés a través de la zarza ardiente, le mandó a quitarse las sandalias “porque estás pisando tierra santa” (Éx. 3:5). ¿Nos es una gran molestia apagar el celular o terminar la conversación para darle a Dios la atención y gloria que merece?

La santidad de Dios es algo incomprensible para nosotros. Él es perfecto, puro… y completamente distinto de toda su creación. Tal como mi esposa espera que yo no chequee mi cuento de Facebook durante la cena, Dios espera que nosotros le prestemos atención cuando venimos a adorarle. Cuando no podemos decir “no” a nuestras máquinas o nuestros amigos que quieren conversar, estamos diciendo que nosotros somos más importantes que el que nos creó.

Quizás esta semana tú y yo podemos congregarnos con el pueblo de Dios y darle a Dios la gloria que es suya. Sin distraernos por ídolos que fabricamos en nuestras mentes y que llevamos en nuestros bolsos. Él es digno de nuestra atención.

miércoles, 30 de octubre de 2013

5 Solas de la Reforma Protestante

El 31 de octubre, 1517, un monje alemán llamado Martín Lutero inició la Reforma Protestante al pegar una lista de asuntos para discutir, entre ellos las indulgencias y la autoridad del Papa. Pocos años después tradujo Lutero la Biblia a alemán. Durante el siglo XVI sólo los eruditos podían leer las escrituras porque sólo la Vulgata (una traducción a latín) era legal poseer en la mayoría de los países católicos. Versiones “vulgares” (comunes) no se podían escribir ni leer. Pocos eclesiásticos leían la Biblia, prefiriendo usar ritos y liturgias de la Iglesia Católica Romana en vez del texto bíblico en la iglesia.

Gracias a hombres como Martín Lutero (alemán), William Tyndale (inglés) y Casiodoro de Reina (español), la Biblia fue traducida para que la gente común pudiera leerla. Los que querían reformar las prácticas y la doctrina de la Iglesia Católica Romana para que convenga más con las Sagradas Escrituras formularon cinco frases que resumieron sus prioridades en la Reforma: 
Sola scriptura = Sola escritura
Este principio refiere a la fuente de autoridad para estas prácticas y doctrinas. En 1.500 años muchas prácticas y enseñanzas entraron en la Iglesia que no tenían nada que ver con lo que la Biblia enseña. Los reformistas querían regresar a la Biblia como autoridad en vez de las tradiciones humanas. Esto no quiere decir que no se puede aprender algo de los credos, libros, y otras fuentes de la historia del Cristianismo, sino que todo tiene que ser sometido a lo que la Biblia dice.

Sola fide = Sola fe
Al leer la Biblia, los reformistas se dieron cuenta de que la verdad es que Dios nos considera justos por creer en Jesús, no por vivir rectamente. Algunos pueden preguntar, ¿qué malo hay en decir que se necesita la fe más obras? ¡Mucho! La Biblia enseña que es por causa de la fe en Jesús, no las obras buenas que hagamos, que Dios nos salva. Gálatas 2:16 dice, “Sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la ley sino por la fe de Jesucristo, y también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, ya que por las obras de la ley nadie será justificado.” Aunque puede parecer bien claro que somos justificados por la fe, la Iglesia Romana afirma todavía que las obras completan la obra de Jesús y nos justifican ante Dios.

Sola gratia = Sola gracia
Relacionado al punto anterior, los reformistas enseñaron que la salvación del hombre se recibe sólo por la gracia de Dios. La gracia es algo inmerecido, así que Dios no nos salva como deber o pago por algo que hemos hecho para agradecerle.

Solo Christo = Solo Cristo
Cristo es el único mediador y salvador del ser humano. Para los reformistas, esto significaba que las oraciones y la veneración dirigidas a los santos y la Virgen María contradicen las escrituras (por ejemplo, la prohibición de adorar imágenes). También significaba que no es necesario ser parte de la Iglesia Católica Romana o someterse al Papa para ser una verdadera iglesia de Cristo.

Soli Deo gloria = A Dios solo sea la gloria
Este principio es el fundamento de los demás. Si realmente queremos que Dios reciba toda la gloria, debemos creer y actuar conforme a su Palabra, proclamar su evangelio que ofrece la salvación por gracia a través de la fe, una salvación que se encuentra en Cristo sólo, no por nuestras obras. 
Muchas personas hoy en día no reconocen la importancia de la diferencia entre las posiciones de los reformistas y las de la Iglesia Católica Romana. Para las personas que murieron por causa de afirmar estas doctrinas, la diferencia no sólo significaba la vida o la muerte, sino también el cielo o el infierno.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Génesis 3-11

Resumen de Génesis 3-11 según la Biblia Reina-Valera, imprimido en 1602 (ligeramente actualizado)

CAPÍTULO 3

  1. Satanás, por medio de la serpiente, induce a la mujer a que coma del fruto del árbol que le estaba vedado por mandamiento de Dios.
  2. Ella, persuadida, come del fruto y hace que su marido también coma, y luego sienten los efectos de su pecado, avergonzándose de verse desnudos.
  3. Se acerca Dios de ellos, mas ellos, confusos de su desnudez y mala consciencia, se esconden de él.
  4. Dios, examinada la causa, maldice a la serpiente y castiga a ellos.
  5. Vestidos de pieles los echa del Paraíso del deleite para que trabajen en la tierra donde comiencen a experimentar la ejecución de su castigo.
  6. Pone guarda al Paraíso para que, atreviéndose a comer del árbol de la vida sin su licencia, no viniesen en mayor miseria.
CAPÍTULO 4

  1. El nacimiento de Caín y de Abel y los oficios de ambos.
  2. Ofrecen a Dios de los frutos de sus trabajos y Dios acepta el sacrificio de Abel y desecha el de Caín por lo cual Caín se enoja y concibe singular envidio y odio contra su hermano.
  3. Dios lo corrige y lo amonesta de su deber: lo cual, no obstante, mata a su hermano.
  4. Dios responde por Abel y en venganza de su sangre maldice a Caín, el cual sale desesperado del divino juicio.
  5. Lamec, descendiente de Caín, ejemplo de la corrupción de aquel siglo, toma dos mujeres, gloriándose de sus homicidios.
  6. Sus hijos son inventores de las artes.
  7. Nacimiento de Set, hijo de Adán, y restauración del divino culto.
CAPÍTULO 5

  1. Se recapitulan las descendencias de Adán por la línea de Set hasta Noé y sus hijos.
CAPÍTULO 6

  1. Se recitan las causas del diluvio, que fueron principalmente corrupción del matrimonio y tiranía y opresión de los grandes a los pequeños, por lo cual denuncia Dios horrible asolación de todo lo creado, habiendo dado antes al mundo espacio de penitencia.
  2. Noé sólo es hallado pío en tan corrupta generación; con él consulta Dios su ira contra el mundo y su determinación de asolarlo por el diluvio y le manda hacer un arca en que se salve con su familia, y alguna parte de animales, que fueran como la simiente del nuevo siglo.
CAPÍTULO 7

  1. Noé entra en el arca por mandato de Dios con su familia, metiendo consigo los animales que Dios le tasó.
  2. En el mismo día comenzaron las aguas del diluvio a inundar sobre la tierra, creciendo siempre por 40 días y reposándose sobe ella por 150 días donde pereció toda cosa viva sobre la tierra, quedando solo Noé con lo demás que entró con él en el arca.
CAPÍTULO 8

  1. Por ordenación de Dios se disminuyen las aguas del diluvio y al fin se secan del todo.
  2. Por su mandato sale Noé del arca con su familia y con todos los animales que en ella se salvaron.
  3. Noé, reconociendo el beneficio de Dios, le da público culto y Dios lo acepta y hace promesa de seguridad de tal castigo a toda la tierra.
CAPÍTULO 9

  1. Bendice Dios a Noé y a sus hijos y los confirma el señorío sobre todos los animales de la tierra y del mar y los concede el uso de ellos para su mantenimiento.
  2. Prohíbe el comer sangre en señal de cuanto aborrezca el derramamiento de la sangre humana, amenazando al que la derramare con la pena del talión.
  3. Hace pacto con Noé y con toda la tierra que nunca más será anegada con diluvio universal, dando el arco del cielo por señal y sacramento de su promesa.
  4. Embriagado Noé y descubierto, su hijo Cam lo escarnece; los otros dos hijos, Sem y Jafet, lo cubren.
  5. Despertado Noé, maldice a Cam y bendice a Sem y a Jafet.
CAPÍTULO 10

  1. Se recitan las descendencias de los hijos de Noé. La de Jafet y los lugares de sus habitaciones.
  2. La de Cam, de desde vino Nimrod y Asur: el primero tiranizó en Mesopotamia, el otro en Asiria.
  3. El origen de los cananeos y el lugar de su habitación.
  4. La genealogía de Sem y la descendencia de Éber por la línea de Joctán, su hijo, y el lugar de su habitación.
CAPÍTULO 11

  1. Los hombres consultan de perpetuar su memoria con el edificio de una ciudad y de una torre y ponen su determinación en efecto.
  2. Dios, con la confusión de las lenguas, castiga su soberbia e impide la empresa, y por esta ocasión se esparcen por toda la tierra.
  3. Se recita la genealogía de Sem por la línea de Péleg, otro hijo de Éber, deduciéndola hasta Abram para mostrar el origen del pueblo de Dios.
  4. Téraj sale de la tierra de los caldeos con su hijo Abram y con sus familias y viene en Jarán, donde muere.

miércoles, 24 de abril de 2013

El Atentado de Boston, Celulares, y lo que Dios ve


Nada de lo que Dios creó puede esconderse de él, sino que todas las cosas quedan al desnudo y descubiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas.
Hebreos 4:13, RVC
Creo que los eventos de Boston, Massachusetts, nos recuerdan de la verdad de que Dios todo lo ve. La policía y el FBI identificaron muy rápidamente a dos hombres que creían que eran responsables por las dos bombas. Esto fue gracias a todas las fotos y grabaciones de celulares y cámaras en la calle donde las bombas explotaron. En un par de días todo el país sabía sus nombres, su descendencia, y muchos detalles de sus vidas desde su nacimiento hasta las cosas que hicieron en la preparatoria y la universidad. Todo fue al descubierto.

Cuando estos hombres se dieron cuenta de que no podían ocultarse, mataron a una guardia de MIT, secuestraron a un hombre y le robaron su carro. Dentro de 24 horas uno fue matado y el otro capturado después de sufrir injurias en un enfrentamiento con la policía.

Quizás estos dos hombres pensaban que podían evitar ser reconocidos entre todas las personas que estaban allí ese día. Si fue así, se equivocaron grandemente porque uno está muerto y el otro tendrá que enfrentarse al sistema de justicia americano. Y los dos tendrán que rendir cuentas ante Dios.

Yo sé que en lo personal es muy fácil olvidar que Dios me ve. Por cada uno de mis pecados y decisiones yo tendré que rendirle cuentas. No puedo evitar sus “cámaras” que me rodean y graban muchísimo más que las de la gente de Boston. Esta verdad nos debe de causar detenernos y considerar nuestras acciones, actitudes, y motivaciones. Dios me ve. ¿Estoy viviendo conforme a su voluntad, o es que sólo pienso en mi a la exclusión de Él y sus deseos para mi vida?

martes, 16 de abril de 2013

Un Mapa de la Biblia: Cómo Conseguir una Visión General de la Biblia


Hace unos días leí un artículo de Ligonier Ministries, “Get a Basic Overview of the Bible” [Conseguir una Visión General de la Biblia]. Cuando pastor y teólogo R.C. Sproul habla en conferencias y le pregunta a su audiencia cuantos habían leído la Biblia de principio al fin, menos de 50% dijo que sí.

Sproul cree que necesitamos un mapa para ayudarnos con las partes más difíciles y extranjeras de la Biblia. Él sugiere que empecemos con una visión general de la Biblia. Identificó los libros de la Biblia que nos ayudarán a entender la cadena de eventos de la Biblia como fundamento de nuestro entendimiento. Con algunas alteraciones, tengo la lista puesta abajo para ayudarte a leer la Biblia para mejor entender el panorama de sus eventos:

Historia Divina
Génesis (Creación, la caído, y los patriarcas de la nación judía)
Éxodo (Liberación de Israel y su formación en nación)
Josué (Conquista de la Tierra Prometida)
Jueces (Transición de federación tribal a monarquía)
1 Samuel (Empiezos de la monarquía de Israel)
2 Samuel (Reino de David)
1 Reyes (Rey Samuel y el reino divido)
Amos y Oseas (profetas durante la división del reino)
2 Reyes (Caída de Israel y exilio)
Jeremías (profeta durante la caída de Jerusalén)
Esdras (Regreso del exilio)
Nehemías (Restauración de Jerusalén, capital de Israel)
Lucas (Nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús)
Hechos (Formación y difusión de la iglesia)

La Vida Cristiana y Cómo Vivirla
Salmos, y Proverbios (Poesía y sabiduría)
Efesios (Introducción a las enseñanzas de Pablo)
1 Corintios (Acerca de la vida en la iglesia)
Santiago (Fe práctica)
1 Timoteo (Instrucciones para los líderes de la iglesia)
Hebreos (Cristo y cómo relaciona al Antiguo Testamento)
Romanos (Teología de Pablo)

Al leer estas partes te darás un mejor entendimiento del esqueleto de la Biblia y te prepararás para leer todos los libros.

jueves, 11 de abril de 2013

La Búsqueda de la Felicidad


Todos nosotros queremos tener significancia en nuestras vidas. El principio fundamental de los derechos individuales en los Estados Unidos es que cada persona tiene derecho a “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad” como dice la Declaración de Independencia de mi país. ¿Qué es la búsqueda de la felicidad si no es el querer tener una vida de significancia?

Es importante recordar que el derecho es meramente el de buscar. Nadie tiene el derecho de encontrar la felicidad, y hay pocos en nuestra sociedad que encuentran verdadera significancia. Unos la buscan a través de la fama, entrenándose para ser deportistas profesionales, postulándose para un cargo político o estudiando para ser experto en una esfera de las ciencias. La mayoría de nosotros no tenemos ambiciones tan grandes, pero nuestra búsqueda de la felicidad es tan intenso y continúo como la de la gente más famosa.

El problema de la “búsqueda de la felicidad” es que casi siempre empezamos con un enfoque en nosotros mismos. Después de todo es mi vida la que necesita tener significancia. Es mi felicidad la que busco. Y si busco la felicidad para los demás, es porque estoy buscando mi propia felicidad en hacerlo. Si alguien nos dice que estamos equivocados cuando fijamos la mirada en nosotros, sabemos citar las palabras de Jesús para justificarnos: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10, RVC). Sería mejor si nos enfocáramos en otro dicho de Jesús:
Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado (Juan 17:3).
En realidad, la búsqueda de la felicidad realmente es la búsqueda de conocerle a Dios. Como Agustino dijo, “Tú nos mueves a deleitarnos en adorarte porque tú nos has formado para ti y nuestros corazones se inquietan hasta que encuentren reposo en ti”.

Si nuestra búsqueda de la felicidad, de la significancia, se enfoca en nosotros, ultimadamente no las encontraremos. Nosotros, al contrario, debemos de buscar conocerle a Dios en espíritu (personalmente) y en verdad (conforme a la revelación que nos es dada en la Biblia). Que todos podamos decir junto con el salmista:
A mi corazón le pides buscar tu rostro,y yo, Señor, tu rostro busco (Salmo 27:8)

jueves, 4 de abril de 2013

Carne Contra Espíritu: Los Productos de Una Vida


En Gálatas 5:16-26 Pablo contraste las actitudes y acciones de los que buscan satisfacer “los deseos de la carne” (v16) con las de los que viven “según el Espíritu.” En este pasaje de la Escritura Pablo da un mandato a creyentes y describe una verdad acerca de creyentes.

El mandato es “Vivan según el Espíritu.” Si nosotros somos cristianos debemos de vivir conforme a la fe que profesamos. Esto significa buscar satisfacer los deseos de Dios y no los de nuestra naturaleza pecaminosa. Todos sabemos que esto es bien difícil y requiere lo negativo de quitarnos las actitudes y acciones malas que hospedamos y lo positivo de ponernos las actitudes y acciones buenas de Jesús (cf. Efesios 4:22-24).

La verdad es que los que son creyentes sí cumplen el mandato. Dice en el versículo 24, “Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (RVC). El término gramático para “han crucificado” es “pretérito pluscuamperfecto” y describe una acción que fue cumplido en el pasado pero que tiene afectos presentes. Si hemos crucificado la carne (la naturaleza pecaminosa), nosotros sí viviremos “según el Espíritu”. Esto no quiere decir que no podemos pecar, pero sí quiere decir que no viviremos según esa vieja naturaleza.

¿Cómo podemos ver si estamos viviendo según el Espíritu o según la carne? Considera los versículos más populares de este pasaje: “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley” (v22-23). El fruto, el producto de una vida que se vive “según el Espíritu” es amor (para Dios y para los demás), gozo (en Dios, en nuestra salvación, en el pueblo de Dios), paz (entre Dios y nosotros, en nuestro ser, entre nosotros y otras personas), paciencia (en aflicción, para con los demás), benignidad (hacia otras personas), bondad (en nuestras acciones y hacia otras personas), fe (en Dios y sus promesas), mansedumbre (en nuestras relaciones personales, en nuestro ser), templanza (moderación y dominio propio). Ha de notar que la palabra “fruto” es singular. No es que podemos excusar una falta de uno o dos de estas características, sino que debemos de producir todas conforme a nuestra manera de vivir “según el Espíritu”.

martes, 2 de abril de 2013

El Pastor que No Predica la Palabra: Que Confiemos en la Biblia


Hace tiempo escuché un sermón acerca del matrimonio. El pastor tenía muchas buenas cosas para decir, pero hizo algo, o mejor dicho, no hizo algo, y eso me molestó: no predicaba la Biblia. No es que predicaba algo en contra de la Biblia, sino que él predicaba sin dar referencia a la Biblia en ningún instante. No lo podía creer. ¿Cómo puede alguien predicar sin hablar de la Biblia? Ni siquiera contó una historia de la Biblia. Todo lo que dijo (y mucho de lo que dijo fue bueno) venía de él.

Hay un problema con esto porque si este hombre se creía tan calificado para ponerse en el lugar central del culto cristiano en lugar de la palabra de Dios, este hombre era bien egoísta o tonto, pero de cualquier lado él blasfemaba al confiar más en sus propios esfuerzos que en el poder de la palabra de Dios y su Espíritu Santo.

Dice en Hebreos 4:12 que “La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (RVC). Lamentablemente hay muchas personas en la iglesia de hoy, incluso los pastores, que no creen que la palabra de Dios sea “viva y eficaz” para persuadir a la gente y tocarles emocionalmente para hacer un cambio en sus actitudes y acciones.

Como creyentes, nosotros debemos de escuchar a predicadores que buscan explicar lo que la Biblia dice y no a los que buscan mostrar tan inteligentes y experimentados ellos son. Si escuchas a alguien predicar y puedes decir frecuentemente “¿Qué tiene esto que ver con la Biblia?” o “¿Qué tiene esto que ver con el pasaje en que estamos?” debes considerar buscar otra iglesia que sea más fiel a la palabra de Dios.

Si eres pastor, tú tienes la responsabilidad de someterte ante el Dios de quien es la palabra que te atreves a explicar a la iglesia que también pertenece a él (cf. Santiago 3:1; Hechos 20:28). Nosotros, los que somos predicadores, tenemos que serle fiel a Dios para anunciar su palabra y no cualquier cosa que nos entre en la mente. “La palabra de Dios es viva y eficaz”. Lo que es mío no puede ser tan provechoso como lo que es de él.

lunes, 25 de marzo de 2013

Ejercitando Discernimiento en el Cine

Como cristianos lavados por la sangre de Jesús, una de nuestras metas debe de ser “que él crezca, y que yo decrezca” (cf. Juan 3:30). Es decir, queremos que las características de Dios en la vida de Jesús se reflejen más en nosotros que las características del pecado y la rebelión en las cuales estábamos antes de creer en él. Hablando del crecimiento espiritual, el autor de Hebreos dice, “El alimento sólido es para los que ya han alcanzado la madurez, para los que pueden discernir entre el bien y el mal, y han ejercitado su capacidad de tomar decisiones” (Heb. 5:14). Si nosotros queremos ver más de Jesús y menos de nosotros en nuestras vidas, hay que ejercer el discernimiento en nuestras decisiones diarias, incluso en lo que vemos en la televisión y el cine.

Aunque hay una multitud de opciones, el creyente necesita ser más selectivo en cuanto a lo que él verá o no. No debemos de tomar decisiones acerca de lo que dejaremos entrar en nuestros ojos y oídos (o los de nuestra familia) sin considerar cómo el programa o la película relaciona a nuestra vida en Cristo. Él nos llama a una vida de santidad.

Considerando esto, tengo algunos pensamientos acerca de cómo podemos buscar edificarnos con nuestras decisiones en cuanto a las películas en vez de deshacer la santidad que Cristo está construyendo en nosotros:
  1. Busca lo virtuoso. Pablo les escribió a los filipenses: “Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello” (Fil. 4:8, RVC). Debemos de mirar películas que nos hacen pensar en estas cosas. Esto no significa que no podemos ver películas que incluyen personajes que pecan, pero sí significa que no debemos de ver películas que glorifican al pecado.
  2. Evita lo malo. Pablo también advirtió a los efesios: “No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual ustedes fueron sellados para el día de la redención. Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad” (Ef. 4:30-31). Aunque Pablo tenía en mente las actitudes y acciones de sus lectores, el principio aplica a las cosas con las que nos entretenemos. Aunque usualmente hay algo de provecho y algo dañoso en cada película, el uno no siempre es mayor del otro.
En Romanos 12:1 dice “Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto”. Para Pablo, la diferencia entre los que se conforman a este mundo y los que reflejan la semejanza de Jesús es lo que pasa en la mente. Como dice el refrán: “Cómo un hombre piense, así es,” y lo que decidimos ver nos afecta mucho la mente. Aunque nadie quiere ser legalista, hay que recordar que lo opuesto de legalismo es licencia. Lo bueno y lo correcto se encuentra en una categoría tercera: la sabiduría que busca lo virtuosos y evita lo malo.


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viernes, 22 de marzo de 2013

¿Qué es la Santa Cena?


En mi iglesia, Enfoque, nosotros celebramos la Santa Cena regularmente. Aquí tengo la información que comunicamos a nuestra congregación:

¿Qué es la Santa Cena?
Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí.» De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí.» Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.
—1 Corintios 11:23-26, Nueva Versión Internacional

La Santa Cena es un acto simbólico de obediencia por el cual nosotros conmemoramos la muerte de Jesucristo y anunciamos su segunda venida. El pan representa el cuerpo de Jesús que fue quebrantado y el jugo de uva representa la sangre que él derramó por nosotros.

¿Quién puede participar en la Santa Cena?
Aquí en Enfoque creemos que hay dos requisitos en la Biblia para participar en la Santa Cena. Estos son:

  1. Hay que tener una relación personal con Jesús, rechazar el pecado y aceptarle a Él como tu Señor y Salvador (también llamado “nacido de nuevo”, “salvado”, “convertirse en creyente”).
  2. Hay que ser bautizado por inmersión después de empezar esta relación con Jesús.

Si has cumplido con estos dos requisitos te invitamos a participar en la Santa Cena.  

Por otro lado, si no eres creyente bautizado como se describe anteriormente, te pedimos que respetes nuestras creencias al no participar. Nos gustaría muchísimo hablar contigo de cómo puedes ser salvo y bautizado bíblicamente para que puedas celebrar la Santa Cena junto con nosotros.

¿Cómo me preparo para la Santa Cena?
Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.
—1 Corintios 11:27-28, NVI

La Biblia nos enseña que la Santa Cena es un evento muy importante. Al conmemorar la muerte de Jesús, honramos el momento cuando Él recibió el castigo que nuestros pecados merecen, asegurándonos así la salvación. También miramos al futuro, cuando Jesús regresará a este mundo, para inaugurar  su reino sobre todo el universo y celebraremos su gran victoria con Él.

En 1 Corintios 11:27-28, el Apóstol Pablo nos explica cómo podemos prepararnos para la Santa Cena. “Cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa”. En esta examinación nosotros podemos considerar si de veras creemos y practicamos lo que estamos por celebrar. Estas preguntas nos pueden ayudar:
  1. ¿Has creído en lo que significa la Santa Cena, que Cristo nos amó y se entregó para salvarnos y que un día vendrá para reinar sobre toda la tierra y el universo?
  2. ¿Te has arrepentido del pecado en tu vida, o aún te controla?
  3. ¿Estás en comunión con una iglesia local, o te has alejado emocional o físicamente?
Debes estar convencido de lo que crees acerca de Jesús y la salvación que te ofrece. Si hay pecado en tu vida del cual no te hayas arrepentido, confiésalo a Dios. Considera tu nivel de compromiso y amor hacia los que forman el pueblo de Dios, su Iglesia.

De vez en cuando es mejor no participar en la Santa Cena, que hacerlo “de manera indigna”. Te animamos a hablar con uno de los líderes si hay algo que te impide tomarla.

¿Pueden mis hijos participar?
Nosotros dejamos esto a la discreción de los padres. Antes que nada, tu hijo no debe participar si no ha cumplido con los requisitos mencionados arriba. Si tu hijo es creyente, considera si entiende el significado de la Santa Cena y si puede responder favorablemente a las preguntas de la sección anterior. Si consideras apropiado dejarlo participar, te pedimos que te sientes con ellos porque normalmente no serviremos a un niño sin un padre o adulto responsable que lo acompañe.

lunes, 18 de marzo de 2013

La Biblia en la Pantalla Grande


Hace poco tiempo un canal de televisión estadounidense empezó una serie de historias de la Biblia. En mi corta vida yo he visto muchas películas basadas en la Biblia y esta serie parece como una de las mejores que yo he visto en cuanto a los valores de producción y profesionalismo. Supongo que sólo La Pasión del Cristo puede superarla en estos dos aspectos.

Yo, en lo personal, he beneficiado mucho de programas que intentaron dar una vista de cómo se realizó las historias de la Biblia. Es interesante ver la ropa, los edificios, y las acciones que había en ese entonces. Pero tengo mis reservaciones, especialmente cuando pienso en la suficiencia de las Escrituras.

La suficiencia de las Escrituras es una frase que muchos cristianos usan para resumir una enseñanza bíblica muy importante: La Biblia, que es la única palabra de Dios grabada para nosotros, es suficiente en sí mismo para informarnos acerca de la salvación y para dirigir nuestras creencias y acciones. Esto no quiere decir que no podemos creer o hacer nada que no esté en la Biblia. No vamos a encontrar las reglas de fútbol en la Biblia, pero la Biblia sí nos puede informar de principios (e.g. humildad, auto disciplina) que deben de guiar nuestras acciones en el campo. Lo que la suficiencia de las Escrituras quiere decir es no necesitamos algo más para hacer lo que la Biblia dice que hace en sí mismo. No debemos de buscar en el Corán para información de cómo ser salvos. No debemos de mirar hacia el yoga para producir en nosotros la paz que sólo puede venir a través de una vida reconciliada con Dios.

¿Qué tiene que ver las películas basadas en la Biblia con la suficiencia de las Escrituras? Antes que nada quiero decir que yo he tenidos muchas experiencias positivas con películas basadas en la Biblia. Por ejemplo, algunas películas me han ayudado a entender más del escenario y la cultura de las épocas cuando la Biblia fue escrita. Tal como la Biblia no nos habla de las reglas de fútbol, tampoco nos habla acerca de todos los costumbres de los pueblos que se menciona o cómo se veía el desierto de Sinaí. Las películas nos pueden dar una imagen más clara de cómo todo parecía en el tiempo de las historias. Algunas películas también me han ayudado a clarificar el orden de los eventos y armonizar algunos cuentos, como los cuatro Evangelios, en una historia.

Aun con los beneficios, hay que tener cuidado en cuanto a las películas. Por ejemplo, muchas películas hechas por gente angloamericana han usado angloamericanos para desempeñar los papeles de gente judía, egipcia, babilonia, etcétera, ¡las cuales no eran anglos! También hay pocos que graban sus películas en la tierra prometida, así que muchas veces el desierto que vemos no es el de Egipto, sino el del suroeste de los Estados Unidos. Más de esto, casi todas las películas, incluso La Pasión del Cristo, The Nativity Story [Natividad/Jesús, el Nacimiento] y la nueva serie del canal History, cambian las historias bíblicas de manera que agregan, distorsionan y quitan partes de la Biblia. Esto puede confundir y crear ideas falsas en las mentes de personas que no han estudiado las historias detalladamente. Digo todo esto para decir que las películas que vemos realmente no nos pueden dar una imagen exacta de la Biblia.

En cuanto a la suficiencia de las escrituras, es muy fácil ver cómo una película puede reemplazar a la lectura de la Biblia hasta el punto de que una persona piensa primero en la película que en las Palabra. Hay mucho peligro de esto en cuanto a los nuevos creyentes que no han podido aprender las historias antes de verlas en una pantalla.

Otra cosa, que a mí es muy relevante cerca de la Pascua, es cómo respondemos a estas películas. En mi iglesia hemos usado fragmentos de La Pasión del Cristo en nuestros servicios de la Pascua. Esto en sí no es necesariamente malo. Pero me pregunto por qué queremos usar fragmentos de una película en el servicio. Muchas veces es porque queremos provocar una cierta reacción de los que los vean. Queremos que la gente se emocione por el amor de Jesús por ellos, que se entristezca por lo que Jesús tenía que endurecer por nuestros pecados, que se llene de esperanza por la resurrección. Y lo que no decimos pero que creemos en el corazón es que una película puede provocar esas emociones mejor que la palabra de Dios predicada.

En realidad, si creemos en la suficiencia de las Escrituras, no necesitamos ver La Pasión del Cristo o cualquier otra película para ser movidos por la pasión de Cristo. No es que una película no nos puede ser de beneficio. Pero jamás debemos de creer que haya algo más eficaz para provocar verdadero arrepentimiento y fe que las mismas palabras de Dios.