lunes, 18 de marzo de 2013

La Biblia en la Pantalla Grande


Hace poco tiempo un canal de televisión estadounidense empezó una serie de historias de la Biblia. En mi corta vida yo he visto muchas películas basadas en la Biblia y esta serie parece como una de las mejores que yo he visto en cuanto a los valores de producción y profesionalismo. Supongo que sólo La Pasión del Cristo puede superarla en estos dos aspectos.

Yo, en lo personal, he beneficiado mucho de programas que intentaron dar una vista de cómo se realizó las historias de la Biblia. Es interesante ver la ropa, los edificios, y las acciones que había en ese entonces. Pero tengo mis reservaciones, especialmente cuando pienso en la suficiencia de las Escrituras.

La suficiencia de las Escrituras es una frase que muchos cristianos usan para resumir una enseñanza bíblica muy importante: La Biblia, que es la única palabra de Dios grabada para nosotros, es suficiente en sí mismo para informarnos acerca de la salvación y para dirigir nuestras creencias y acciones. Esto no quiere decir que no podemos creer o hacer nada que no esté en la Biblia. No vamos a encontrar las reglas de fútbol en la Biblia, pero la Biblia sí nos puede informar de principios (e.g. humildad, auto disciplina) que deben de guiar nuestras acciones en el campo. Lo que la suficiencia de las Escrituras quiere decir es no necesitamos algo más para hacer lo que la Biblia dice que hace en sí mismo. No debemos de buscar en el Corán para información de cómo ser salvos. No debemos de mirar hacia el yoga para producir en nosotros la paz que sólo puede venir a través de una vida reconciliada con Dios.

¿Qué tiene que ver las películas basadas en la Biblia con la suficiencia de las Escrituras? Antes que nada quiero decir que yo he tenidos muchas experiencias positivas con películas basadas en la Biblia. Por ejemplo, algunas películas me han ayudado a entender más del escenario y la cultura de las épocas cuando la Biblia fue escrita. Tal como la Biblia no nos habla de las reglas de fútbol, tampoco nos habla acerca de todos los costumbres de los pueblos que se menciona o cómo se veía el desierto de Sinaí. Las películas nos pueden dar una imagen más clara de cómo todo parecía en el tiempo de las historias. Algunas películas también me han ayudado a clarificar el orden de los eventos y armonizar algunos cuentos, como los cuatro Evangelios, en una historia.

Aun con los beneficios, hay que tener cuidado en cuanto a las películas. Por ejemplo, muchas películas hechas por gente angloamericana han usado angloamericanos para desempeñar los papeles de gente judía, egipcia, babilonia, etcétera, ¡las cuales no eran anglos! También hay pocos que graban sus películas en la tierra prometida, así que muchas veces el desierto que vemos no es el de Egipto, sino el del suroeste de los Estados Unidos. Más de esto, casi todas las películas, incluso La Pasión del Cristo, The Nativity Story [Natividad/Jesús, el Nacimiento] y la nueva serie del canal History, cambian las historias bíblicas de manera que agregan, distorsionan y quitan partes de la Biblia. Esto puede confundir y crear ideas falsas en las mentes de personas que no han estudiado las historias detalladamente. Digo todo esto para decir que las películas que vemos realmente no nos pueden dar una imagen exacta de la Biblia.

En cuanto a la suficiencia de las escrituras, es muy fácil ver cómo una película puede reemplazar a la lectura de la Biblia hasta el punto de que una persona piensa primero en la película que en las Palabra. Hay mucho peligro de esto en cuanto a los nuevos creyentes que no han podido aprender las historias antes de verlas en una pantalla.

Otra cosa, que a mí es muy relevante cerca de la Pascua, es cómo respondemos a estas películas. En mi iglesia hemos usado fragmentos de La Pasión del Cristo en nuestros servicios de la Pascua. Esto en sí no es necesariamente malo. Pero me pregunto por qué queremos usar fragmentos de una película en el servicio. Muchas veces es porque queremos provocar una cierta reacción de los que los vean. Queremos que la gente se emocione por el amor de Jesús por ellos, que se entristezca por lo que Jesús tenía que endurecer por nuestros pecados, que se llene de esperanza por la resurrección. Y lo que no decimos pero que creemos en el corazón es que una película puede provocar esas emociones mejor que la palabra de Dios predicada.

En realidad, si creemos en la suficiencia de las Escrituras, no necesitamos ver La Pasión del Cristo o cualquier otra película para ser movidos por la pasión de Cristo. No es que una película no nos puede ser de beneficio. Pero jamás debemos de creer que haya algo más eficaz para provocar verdadero arrepentimiento y fe que las mismas palabras de Dios.

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