lunes, 6 de junio de 2011

¿Cuán importante es el crecimiento espiritual?

El crecimiento espiritual es bien importante para cada creyente. De veras, es la meta principal para cada cristiano. Muchos conocen el versículo que dice, “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” Lo recitamos para recordarnos del plan de Dios y su fidelidad. El versículo que sigue es tan importante para cada creyente porque nos explica claramente nuestro propósito en Dios:

  
Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos, (Romanos 8:29).
Los que Dios conoció de antemano refiere a los creyentes, los que Él ya había escogido para recibir su gracia, perdón, y justicia a través de Jesús. No sólo nos escogió para conocerle, sino que también nos predestinó a ser transformados, cambiados, a ser la imagen de Jesús. El gran propósito de Dios para nuestras vidas es que reflejamos a Jesús en nuestros seres: en el carácter, las motivaciones, las acciones, etc.

Pero esto no habla de hacernos mejores, sino cambiarnos completamente. Este proceso de transformación llamamos la santificación porque Dios nos hace santos en todas áreas de nuestras vidas. Pero Dios no cumple este proceso hasta que estemos en su presencia actual. Por eso siempre debemos estar siendo transformados cada día. Eso es el crecimiento espiritual.

No debemos pararnos aquí. Este versículo continúa. El propósito de Dios para nuestras vidas no sólo es hacernos más como Él. El versículo dice, “para que él [Jesús] sea el primogénito entre muchos hermanos.” Nuestras vidas son para glorificar a Dios. En otras palabras, nos cambia a ser su imagen para que Dios reciba toda la atención, afección, y adulación.

Mientras más y más nos conformamos a su imagen nos agrada más nuestro Dios. Es como la persona que aprenda tocar las obras de Mozart o Beethoven y se encuentra más y más enamorándose con esa música y esos compositores.

Si el crecimiento espiritual es la meta principal de Dios para nuestras vidas, nuestra fuente de información y cambio es el Espíritu Santo. Él usa mucho el estudio bíblico, la oración, y la comunión que se encuentra en una comunidad de creyentes, la iglesia, para realizar esta obra en nuestras vidas.

Si no has estado leyendo tu biblia, orando a Dios, o reuniéndote con otros creyentes en una iglesia bíblica, debes empezar para continuar el proceso de crecimiento espiritual. Es tu meta principal.

Basado en parte en un sermón predicado el 4 de junio por Andrew Wencl, Hacia la Madurez.