Lamentablemente la Reforma Protestante nunca floreció en España. Los reformistas españoles nacieron fuera de su tiempo, pero dejaron un legado que hoy en día nos toca a ti y a mi. Un reformista español bien importante es Cipriano de Valera. Fue el primer editor de la Biblia que cononocemos como la versión Reina-Valera. Dedicó alrededor de 20 años a la primera revisión de la Biblia del Oso de su compañero, Casiodoro de Reina. Gracias a estos hombres y los que les ayudaron, el evangelio ha podido difundir por el mundo hispano.
Valera hizo más que editar la Biblia, aunque eso fue la gran obra de su vida. Yo voy a empezar una serie con algunas citas, sean profundas, chismosos, o algo entre los dos, para compartir con los que le deben a Cipriano de Valera una deuda tan profundo por las Escrituras que nos guian diariamente.
En su libro Dos Tratados del Papa i de la Missa, Valera desafió la autoridad del Papa y sus doctrinas. Al principio del libro él explica por qué la veneración de los santos y de las imágenes está en contra del mandamiento de Éxodo 20:4-5, "No te harás
imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás ante ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte
y celoso..."
Hace referencia a San Gregorio, que prohibió la veneración de las imágenes. Pero Gregorio también creyó que las imágenes fueron buenas herramientas para enseñar las historias de la Biblia a gente analfabeta. En cuanto a la prohibición, Valera asintió. Pero Valera creía (como la historia de la Iglesia Romana había mostrado) que las imágenes se convierten tan facilmente en objetos de adoración que dijo esto en cuanto a la segunda opinión de Gregorio:
Aunque sea un poco sarcástico, creo que él tenía razón: hay que convenin con la Palabra de Dios antes de convenir con las opiniones del hombre.
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