Cipriano de Valera, primer editor de la Biblia que conocemos como la Reina-Valera, incluyó muchas notas en la Biblia que publicó en 1602.
Desde la Reforma Protestante hasta el día de hoy la epístola de Santiago ha estado en el centro del debate entre los reformadores y los católicos romanos acerca de la relación entre las obras y la salvación. Los reformadores correctamente reconocieron que la justificación es por la fe, pero insistían que la fe verdadera siempre resulta en buenas obras. Las notas de Valera acerca de Santiago 2 nos metan en este debate y nos enseñan claramente que la justificación es sólo por la fe, pero la fe nunca anda sólo. Aquí es su introducción al capítulo dos:
Valera: Reprende la acepción de personas. Propuesta la ley de la caridad, enseña que la fe se muestra por las obras, y que sin ellas está muerta.
(Reina-Valera 1602, ligeramente editado y actualizado)
Dice que Jacobo (Santiago) reprende la discriminación en la iglesia. Aunque preferiríamos negar que esto sea verdad hoy en día, nosotros no podemos fingir que somos mejores que nuestros antepasados. Lo hacemos también. Distinguimos entre los que "tienen" y los que "no tienen," sea lo que sea la cosa que tienen. Por eso Jacobo "propuesta la ley de la caridad." Él cita a Jesús y el Antiguo Testamento, llamándo a los seguidores de Cristo a actuar conforme con lo que Dios nos manda: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (v8).
Jacobo también enseña dos cosas acerca de la fe: 1) se muestra por las obras, y 2) sin ellas está muerta. Voy a tratar de estos dos temas en mi próxima entrada.
Jacobo también enseña dos cosas acerca de la fe: 1) se muestra por las obras, y 2) sin ellas está muerta. Voy a tratar de estos dos temas en mi próxima entrada.
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