miércoles, 27 de junio de 2012

Introducción a Santiago 2, parte II


Cipriano de Valera, primer editor de la Biblia que conocemos como la Reina-Valera, incluyó muchas notas en la Biblia que publicó en 1602.



Valera incluyó estas notas que reflejan el resumen que escribio acerca de Santiago 2.
Valera: Reprende la acepción de personas. Propuesta la ley de la caridad, enseña que la fe se muestra por las obras, y que sin ellas está muerta.
(Reina-Valera 1602ligeramente editado y actualizado)
Mira lo que dice acerca de varios versículos (en la versión Reina-Valera Contemporánea):

(2:1) Hermanos míos, ustedes que tienen fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no deben hacer diferencias entre las personas.
Valera: La caridad, que procede de verdadera fe no puede estar donde hay acepción de personas: esto hacen los que honran los ricos por sus riquezas, y menosprecian los pobres.
(2:5) Amados hermanos míos, escuchen esto: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino que él ha prometido a los que lo aman?
Valera: Pues que Dios los ha elegido, no los debemos nosotros menospreciar.
(2:10) Porque cualquiera que cumpla toda la ley, pero que falle en un solo mandato, ya es culpable de haber fallado en todos.
Valera: El que quisiere ser justificado por obras, ha de guardar toda la Ley: y no hay quien la guarde, Luego ninguno es justificado por obras, sino por la misericordia de Dios, aprehendida por fe.
(2:14) Hermanos míos, ¿de qué sirve decir que se tiene fe, si no se tienen obras? ¿Acaso esa fe puede salvar?

Valera: S. Pablo escribiendo a los Romanos y Gálatas, habla contra los que atribuyan la justificación a las obras: S. Tiago habla aquí contra los que totalmente condenaban las obras. Así que S. Pablo muestra la causa de nuestra justificación: S. Tiago los efectos. S. Pablo declara como seamos justificados: S.Tiago, como seamos conocidos ser justificadas. S. Pablo excluye las obras por no ser causa de nuestra justificación: S. Tiago las aprueba, como efectos que proceden de la justificación. S. Pablo niega las obra preceder en los que han de ser justificados: S. Tiago dice que siguen a los que son justificados.
(2:22) ¿No ves que la fe de Abrahán actuó juntamente con sus obras, y que su fe se perfeccionó por las obras?
Valera: Cuanto más su fe se manifestaba por su obediencia y buenas obras, tanto más los hombres entendían Abraham ser perfecto: como la bondad del árbol es conocida por su buen fruto. Con toto esto ni la perfección de Abraham ni de otro hombre mortal fue tan perfecta que no hubiese menester rogar a Dios que le perdone sus pecados, y que le augmente la fe.
(2:26) Pues así como el cuerpo está muerto si no tiene espíritu, también la fe está muerta si no tiene obras.
Valera: La verdadera y viva fe no está sin obras: como no hay fuego sin calor. Mas con todo esto no las obras que son frutos de la fe, sino la fe, que aprehende la misericordia de Dios, justifica.

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