jueves, 27 de septiembre de 2012

Los Libertinos entre Nosotros

También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos, 2 y que habrá hombres amantes de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, envanecidos, que amarán los deleites más que a Dios, 5 que parecerán muy piadosos, pero negarán la eficacia de la piedad; evítalos. 6 Porque son éstos los que se meten en las casas y cautivan a mujeres débiles y cargadas de pecados, que se dejan llevar por sus malos deseos, 7 que siempre están aprendiendo y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, también estos hombres se oponen a la verdad; su entendimiento está corrompido, y en cuanto a la fe están descalificados. 9 Pero no podrán seguir avanzando, porque su insensatez se hará evidente a todos, como también lo fue la de aquéllos.
(2 Timoteo 3:1-9, RVC)

En las notas introductorias al tercer capítulo de la segunda carta de Pablo a Timoteo, la Reina-Valera 1602 dice:

1. Vuélvele a repetir la corrupción de los postreros tiempos, la cual aun comenzaba entonces.2. Persevera en el camino de la piedad para lo cual tiene ya mucho andado en la noticia de la divina escritura, cuyo uso, efectos, autoridad, y utilidad, describe.
(ligeramente actualizado y editado)


La corrupción de la humanidad y su expresión en en ella no es una novedad que plaga sólo a nuestro tiempo. Desde la caída de Adán y Eva en el gardín de Eden la humanidad ha continuado pecando y continuará pecando contra Dios hasta que Él venza por completo a toda rebelión y acto contrario a Él. Pablo sabía que vivía en los últimos días. Cuando la Biblia refiere a los últimos días o los tiempos postreros, puede referirse a todo el tiempo desde la primera apariencia de Cristo o sólo a los eventos que ocurrirán justo antes de que Él regrese por los suyos. Aquí es muy claro que refiere al primero porque Pablo avisa a Timoteo a evitar las personas que vendrán en los últimos días.

Aunque hay mucho que se puede estudiar en este pasaje, quiero considerar una descripción de estas personas. Pablo dice en los versículos 4 y 5, “…que amarán los deleites más que a Dios, que parecerán muy piadosos, pero negarán la eficacia de la piedad…”


Aunque Pablo está hablando de la gente en general, creo que su énfasis está en los que asisten a la iglesia. En otra ocasión Pablo dijo,
Por carta ya les he dicho que no se junten con esos libertinos. 10 Y no me refiero a que se aparten del todo de los libertinos mundanos, o de los avaros, o de los ladrones, o de los idólatras, pues en ese caso tendrían que salirse de este mundo. 11 Más bien les escribí que no se junten con los que se dicen hermanos pero son libertinos, avaros, idólatras, insolentes, borrachos y ladrones. Con esa gente, ni siquiera coman juntos. 12 ¿Con qué derecho podría yo juzgar a los de afuera, si ustedes no juzgan a los de adentro? 13 A los de afuera, ya Dios los juzgará. Así que, ¡saquen de entre ustedes a ese perverso!
(1 Corintios 5:9-13, RVC)
En cada iglesia hay gente que “se dicen hermanos pero son libertinos.” Sí, tenemos que ejercer discernimiento en cuanto a las influencias mundanas alrededor de nosotros, pero debemos prestar mucha atención a las influencias mundanas entre nosotros también, los que asisten a nuestra iglesia pero que no se le han rendido sus vidas a Cristo Jesús.

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