Al fin del año empezamos a pensar en nuestras resoluciones, las cosas que queremos hacer durante el año que viene. Cuando mi esposa y yo éramos novios mi suegros futuros me dieron un librito para la Navidad que contenía las 70 resoluciones de un hombre llamado Jonathan Edwards. Sus resoluciones no eran tonterías creadas para pasar la Noche Vieja, sino compromisos personales que él escribió durante unos dos año que le servían de guía para toda su vida. Cada diciembre me propongo a leer sus resoluciones y considerar mis trayectoria espiritual.
Una de las que me ayuda crecer espiritualmente y enfocarme en Dios es leer la Biblia. Aunque otros libros nos pueden bendecir, especialmente libros que nos explican lo que la Biblia dice, no hay ningún sustituto por el leer la Biblia diariamente. La 28a resolución de Jonathan Edwards dice, "Se resuelve, estudiar las Escrituras tan firmemente, constantemente y frecuentemente como pueda encontrar y percibir claramente que yo crezca en el conocimiento de la misma". En otras palabras, el Sr. Edwards quería estudiar la Biblia por si mismo con el fin de entenderla mejor.
Si nunca has leído la Biblia regularmente yo te animo a empezar ahora y hacer que el año nuevo te sea de bendición espiritual. No tienes que leer más que unos versículos cada día para hacer formar este hábito nuevo. Con el tiempo podrás leer más y más, entendiendo poco a poco lo que Dios ha grabado para nosotros en el libro que llamamos la Biblia. Recomiendo los cuatro Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) como lugar para empezar. Si ya te has familiarizado con la vida de Cristo, quizás te serviría empezar un plan para leer por todo el Nuevo Testamento, y hasta la Biblia entera, en un año. No importa en dónde empieces si el viaje se caracteriza por el crecimiento continuo.
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